Cómo contratar a un jefe de proyecto

Genial, el comité de arbitraje ha dado el "GO" al proyecto... ¿Ahora a quién confiamos el destino del proyecto? En un artículo anterior les hablé de ANGE, una mnemotecnia para tener en cuenta las competencias de un jefe de proyecto. Esta vez, voy a hablar de cómo designar a un gestor de proyectos.

El método ANGE en acción: nombramiento de un jefe de proyecto

Para elegir a un jefe de proyecto, siempre utilizo la misma rutina de preguntas. Sigo siempre el orden en que voy a presentárselos. Y si no encuentro ningún nombre, vuelvo a empezar mi rutina con la segunda pregunta:

  1. ¿Cómo es el gestor de proyectos ideal?
  2. ¿Qué candidatos se acercan más a este perfil?
  3. ¿Quién está disponible?
elegir al jefe de proyecto adecuado los elementos clave

¿Cómo es el gestor de proyectos ideal?

En realidad, la pregunta es incompleta, porque la pregunta correcta es: ¿Cuál es el perfil del gestor de proyectos ideal PARA ESTE PROYECTO? No existe el gestor de proyectos ideal, sino perfiles más o menos adecuados para un proyecto determinado. He aquí las preguntas que me hago para evaluar las necesidades del proyecto desde distintos ángulos:

Jefe de proyecto - elección - ordenador - método ANGE

Podemos dar un valor numérico a cada uno de estos ejes. Una vez colocados los cursores en estos 4 ejes, tengo un gráfico de radar que muestra el perfil del jefe de proyecto ideal. Entonces empieza la búsqueda de la perla rara.

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¿Quiénes son los mejores candidatos y están disponibles?

Sin entrar en una lógica matemática estricta, superpongo mi perfil con el gráfico de radar de las competencias de los distintos jefes de proyecto. Esto presupone un buen conocimiento de las competencias de los candidatos. No dude en ampliar su reflexión para incluir a personas que aún no son jefes de proyecto (por algún sitio hay que empezar). También se puede recurrir a recursos externos, aunque en este caso es esencial contar con un recurso interno.

Una vez que haya encontrado al candidato perfecto, necesita saber quién está disponible. Siempre que disponga de una herramienta que muestre la carga de trabajo, no podría ser más sencillo. Se elabora un calendario inicial del proyecto y se superpone con la disponibilidad de los candidatos seleccionados. Si mi perla rara no está disponible, empieza la fase de negociación:

Lo cierto es que me abstengo de elegir a un jefe de proyecto por falta de disponibilidad del candidato adecuado. Prefiero negociar el contrato del proyecto o, en casos extremos, no lanzarlo en absoluto. ANGE es el actor clave del proyecto.